Aprender en un entorno bilingüe
Durante el proceso de adquisición del lenguaje los niños desarrollan la “conciencia fonológica” que es la capacidad metalingüística que permite reconocer y manipular los sonidos que componen palabras y letras. Esta habilidad evoluciona de manera progresiva puede desglosarse en varios niveles: conciencia léxica (palabra), silábica, intrasilábica (inicio y rima) y fonémica (sonido individual).
Entre los 12 meses y los 2–3 años, el cerebro infantil presenta una alta plasticidad: es especialmente receptivo y adaptable a la información lingüística. Esta plasticidad cerebral facilita la formación de nuevas conexiones neuronales, lo cual logra una rápida adquisición de vocabulario y reglas gramaticales.
Factores que facilitan el aprendizaje temprano de idiomas:
Biológicos y cognitivos:
• Plasticidad cerebral que permite la formación de conexiones neuronales.
• Flexibilidad cognitiva.
• Mayor asociación entre sonidos y significados.
• Facilidad para retener vocabulario y reglas gramaticales.
• Menor temor al error, lo que fomenta la experimentación lingüística.
Socio-ambientales:
• Exposición natural y sostenida a diferentes lenguas.
• Motivación intrínseca de los niños y niñas.
Beneficios de la exposición a múltiples lenguas desde la infancia:
• Mejora la atención y la concentración.
• Mayor facilidad para aprender otros idiomas en el futuro, lo que aporta una ventaja a nivel académico y profesional.
• Enriquecimiento cultural, mayor sensibilidad intercultural y empatía ante la diversidad.
Para fomentar el aprendizaje de una segunda lengua desde edades tempranas es necesario integrarlo en la vida cotidiana de forma natural y divertida. De esta manera estamos ayudando a que los infantes retengan los fonemas y las estructuras básicas de la segunda lengua, construyendo una base sólida para el futuro desarrollo lingüístico y cognitivo, a la vez que se fomenta la curiosidad y el placer por aprender.
La clave está en aprovechar la capacidad natural del cerebro infantil para asimilar nuevos sonidos y estructuras y la plasticidad neuronal y asegurarnos de que reciben exposición constante y de calidad a cada lengua.










